CON EL EMPLEO ESTABLE Y EL SALARIO DIGNO
Rechazamos radicalmente un modelo que nos somete -a nosotros y a nuestros hijos- a la incertidumbre laboral permanente, a la precariedad, que nos ata de pies y manos frente a las decisiones de las empresas, eliminando el derecho a la participación, algo que sería inaceptable en el marco político es igualmente inaceptable en el laboral.
CON EL CRECIMIENTO ECONÓMICO Y LA CREACIÓN DE EMPLEO
La única posibilidad de que se restituya a los cinco millones de trabajadores en paro su derecho constitucional al trabajo es con crecimiento económico. Las políticas de ajuste y la reforma laboral nos condenan a la recesión económica, a más paro, y a un modelo productivo tercermundista.
CON LOS SERVICIOS PÚBLICOS Y LA COHESIÓN SOCIAL
No aceptamos el colapso y desarticulación progresiva de la sanidad pública, de la educación pública, de las prestaciones sociales, de la atención a la dependencia, del sistema de Seguridad Social, de las prestaciones por desempleo, ni del conjunto de políticas que garantizan la cohesión social y territorial. No aceptamos que los poderes públicos renuncien a financiar esos servicios, porque son esenciales, porque sostienen la actividad económica, porque rechazamos la criminalización del gasto público, porque son patrimonio del conjunto de los ciudadanos y nos negamos a su expropiación.
CON EL MODELO DE CONVIVENCIA DEMOCRÁTICA DE NUESTRO PAÍS
Adoptando medidas trascendentales para los ciudadanos ocultándolas al debate social y político antes de su imposición. Ni la crisis, ni el déficit, ni nuestra pertenencia a la Unión Europea pueden ser excusa para que se decidan nuestras condiciones de vida y de trabajo en función de los intereses de los mercados financieros, porque la soberanía del Estado español sigue correspondiendo a sus ciudadanos.
No a la reforma laboral
Por el empleo
Por la protección social
Contra el deterioro de los servicios públicos
Por la justicia
Por la convivencia democrática
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